Chárter de jet privado y vuelos a Bucarest

A menudo ninguneada frente a otras grandes ciudades del este de Europa, Bucarest es toda una sorpresa.El siglo XX se ha cobrado cierto precio en la capital rumana, que en tiempos fuera conocida como la “París del Este”. Pero más allá de la arquitectura soviética encontrará fantásticos museos, exquisita gastronomía y uno de los mejores ambientes nocturnos del este europeo. Viva la experiencia, pida hoy mismo un chárter de jet privado.

Para conocer Bucarest, debe entender antes un poco de su historia moderna, ya que muchos de sus edificios fueron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial y muchos otros resultaron dañados por un terremoto a finales de los 70. Como consecuencia de ello, Nicolae Ceaușescu, el duro líder comunista del país, cambió el aspecto de la ciudad con los numerosos edificios de hormigón de estilo soviético que aún se ven hoy.

Dicho esto, diríjase a Lipscani, también conocida como la Ciudad Vieja, donde encontrará vestigios de la época más elegante de la ciudad. Como gran parte de Bucarest, la zona está algo venida a menos, pero está siendo restaurada poco a poco para recuperar parte de su vieja gloria. Tiene un agradable aire de estilo europeo con terrazas que salen de sus fantásticos cafés y bares hacia su laberinto de calles.

En la Ciudad Vieja encontrará uno de los mejores –y más asequibles– ambientes nocturnos del este de Europa. Hay muchos restaurantes, bares y clubes por todas partes en las calles adoquinadas. Casi siempre sin licencia que valga, la mayoría de las fiestas empiezan a medianoche y se alargan hasta el amanecer. Para combinar historia y bebida, vaya a Caru’ Cu Bere, la cervecería más antigua de la ciudad.

Si va a explorar la ciudad de día, un lugar difícil de evitar es el Palacio del Parlamento. Si hay algún lugar del mundo que muestra la diferencia entre ricos y pobres en un régimen comunista, es este lugar. Más de 8 kilómetros cuadrados de la parte histórica de la ciudad fueron barridos para hacer sitio a esta gigantesca estructura y al barrio Centru Civic que la rodea, encargada por Ceauşescu tras un viaje que hizo a Corea del Norte en los setenta.

Se tardó más de una década en construir el palacio y para entonces el gobierno comunista ya había sido derrocado. Gran parte de su interior no se llegó a finalizar y muchas habitaciones permanecen vacías. Se puede hacer un tour guiado por algunas de las habitaciones finalizadas con sus ostentosas lámparas, suelos de mármol y sus adornos en pan de oro. Como alternativa, visite el Museo Nacional de Arte Contemporáneo, situado en el ala izquierda del palacio.

Otro museo que vale la pena visitar, sobre todo para fans de la antropología, es el Museo del Campesino Rumano, una fascinante atracción que exhibe objetos tradicionales de la vida rural de toda Rumanía e incluso unos cuantos edificios reconstruidos. Otra joya es el Museo de la Villa, al aire libre y situado junto al parque Herastrau al norte del centro de la ciudad. Allí se puede recorrer la historia según se visitan los 346 edificios del museo que incluyen casas o molinos. A menudo hay ferias de artesanía donde comprar auténticas obras de artesanía rumanas, realizadas con métodos centenarios.

La capital rumana tiene dos aeropuertos – el eje comercial que es el aeropuerto internacional Henri Coanda a 16 km al norte de la ciudad y el aeropuerto internacional Bucarest/ Băneasa Aurel Vlaicu, solo para vuelos chárter y jet privados. Éste último está más cerca del centro, a solo 8 km de la Ciudad Vieja. Contacte con nuestro equipo y organizaremos todo lo que necesite para un chárter de jet privado a Bucarest.